Únete a nuestro taller y exploremos métodos creativos para desarrollar microrrelatos. Practica con ejercicios, recibe retroalimentación inmediata, y ¡prepárate para publicar tu trabajo en nuestra antología! 📖✍️
¿Por qué deberíamos animarnos a enfrentar el reto de escribir un cuento infantil?
El reto de la literatura infantil
Laurentina
Se acerca la fecha límite para la presentación de cuentos participantes al VIII Concurso Municipal de Literatura Infantil "Historias Chiquitas y Chuk'utas" y, junto a este concurso, existen muchos otros más que pueden parecer menos intimidantes, como aquel concurso de dramaturgia, o el de poesía, o el Franz Tamayo donde se presentan cuentos, de cualquier género narrativo.
¿Por qué deberíamos animarnos a enfrentar el reto de escribir un cuento infantil? Mejor dicho, ¿por qué deberíamos tener el valor de impulsar la literatura infantil participando de un concurso exclusivo de este género?
Escribir para los niños es mucho más difícil que escribir para los adultos. Por el contrario, leer historias para niños es mucho más ligero y simple que una gran novela filosófica acerca de la levedad del ser, un crimen y un castigo o quizá sobre la gran historia de amor entre los hijos de dos familias rivales, allá por el siglo XV.
Y es que, a pesar de que nuestros grandes clásicos nos parecen muy complejos para ser considerados literatura infantil, tampoco podemos dejar de lado que las más grandes historias para niños -aquellas que tienen incluso adaptaciones en series y películas- se originaron en una historia que quizá no fue pensada originalmente para niños.
Entonces, ¿por qué al momento de escribir un cuento infantil, debemos pensar que debe seguir ciertas reglas implícitas? Hay ciertos temas que no se pueden tocar, personajes que no deberían cometer ciertos actos, moralejas que deberían (o no) mezclarse en la historia o cerrar la narración con ese broche de oro, o simbolizar ese beso en la frente antes de dormir.
¿Qué hace distinto a un cuento infantil, de un cuento, entonces?
Los niños quieren historias fantásticas que conviertan su rutina en un camino lleno de posibilidades, mientras los adultos tratamos desesperadamente de encontrar cotidianidad en los conflictos de todos los días. Para poder crear un cuento infantil debemos volver a pensar como niños, quitarnos los zapatos de adultos y volver a andar descalzos por el suelo sin pensar en las consecuencias. Dejar volar la imaginación, las posibilidades y dejar que la ficción sea simplemente ficción, sin que nos intente enseñar algo.
Por si sola, la literatura, se vuelve pesada cuando intenta adoctrinar. En el caso de los niños, ellos saben muy bien cuándo una historia imita las palabras rebuscadas que repiten tanto sus padres como sus profesores, cuando les dicen cómo portarse bien o cuál es el camino correcto. Lo primero que deberíamos evitar al momento de escribir una historia para niños es hacerla intencionalmente para ellos.
¿No es acaso parte del mundo fantástico de los niños, pertenecer al mundo de los adultos? Hay que dejarlos elegir sus propias historias, hay que dejarlos resolver sus propias dudas, hay que dejarlos elegir sus libros favoritos por su portada, por el título, por las palabras en él. ¿O es que tan adueñados estamos los adultos de la literatura infantil que la hacemos exclusivamente para adultos que la catalogan como infantil?
Más importante que todo lo anterior, aquellos pequeños lectores que escogerán un cuento o novela escrito por nosotros hoy, serán quienes disfruten de los grandes clásicos el día de mañana, quienes enriquezcan su vocabulario por su gusto por la literatura, o quienes, por el contrario, decidan cerrar para siempre los libros, por una mala moraleja o un autor que pensó que la literatura infantil estaba simplemente sobrevalorada.
Cuando un adulto encuentra un buen libro, quizá se convierta en un ávido lector.
Cuando un niño encuentra un buen cuento, será un gran lector por siempre, sin lugar a dudas.
Autor del post: Laura Valentina Saavedra (Laurentina)
Nació en la ciudad de La Paz, tiene 27 años y actualmente es estudiante de Biología. Obtuvo el primer lugar en la categoría C (para mayores de 18 años) del VII Concurso Municipal de Literatura infantil "Historias Chiquitas y Ch'ukutas" con 'El sombrero de Edgar'. También publicó el cuento 'Ana tiene hambre' en el blog del Club de Lectura La Paz hace poco. Es una aficionada a la lectura y a la escritura
Exploremos el arte de la escritura de novelas bajo la guía de Lourdes Reynaga. Aprenderás a través de ejercicios prácticos y recibirás herramientas básicas para comenzar a esbozar y estructurar tu obra literaria. Únete a nosotros los días 16, 18 y 20 de diciembre. Inversión: 90Bs. Inscríbete aquí. ¡Te esperamos para comenzar juntos este viaje hacia...
Artur Nabantino Gonçalves de Azevedo (1855-1908) ocupa un lugar central en el mundo literario y teatral brasileño. Su trabajo, marcado por el humor, la crítica social y la comedia de costumbres, logró plasmar la vida cotidiana de su tiempo. Nacido en São Luís, Maranhão, supo convertirse en un referente ineludible de la literatura brasileña.
La narración de cuentos es un arte que nos permite conectar con la audiencia, transmitir emociones y compartir historias que perduran en el tiempo. Artur Azevedo, destacado dramaturgo y cuentista brasileño, supo capturar la esencia de la vida cotidiana con humor e ironía, convirtiéndose en un referente en la literatura de su país. A continuación,...